Todo empieza en el vivero, donde se desarrollan las nuevas plantas de cacao de la variedad Don Homero. Los mejores y mas productivos arboles de la plantación son cuidadosamente seleccionados para que provean la semilla a la nueva planta. Una vez que la semilla ha germinado y la mata de cacao tiene aproximadamente un mes y medio, se realiza un injerto en su tallo con ramillas de la selección e arboles reproductores. De esta manera nos aseguramos de trabajar con el mejor material del campo, que ha sido probado por su productividad y rendimiento. Una vez que el injerto se ha realizado exitosamente, las plantas permanecen en el vivero por un par de meses adicionales para un proceso de monitoreo y aclimatación. Así, lo que se procura es reducir el stress de las nuevas plantas al ser sembradas en el campo.

El proceso de siembra se realiza combinando las plantas de cacao con plátano. El motivo principal de eso es proveer de sombra a las matas de cacao. Primero se siembra el plátano, y unos seis meses después cuando ya se ha conseguido un tamaño considerable para proteger a las plantas de caco, se siembran estas. Aproximadamente al año y medio, los arboles de cacao empiezan a producir, y paulatinamente se va retirando el plátano de la plantación.

En la HACIENDA EL CASTILLO hacemos un minucioso control de campo para obtener el mejor rendimiento e la plantación. Se realizan podas de formación, anuales y de mantenimiento. Hay controles de riego para asegurar que la humedad del suelo sea la apropiada, y nos manejamos con un estricto plan de fertilización dándole mayor importancia a productos naturales como el humus. Constantemente se realizan labores de limpieza de monte, sobre todo en los lotes nuevos de cacao. Hay muchos factores que afectan la productividad de la plantación, y sobre toda la calidad del producto, por lo que en la HACIENDO EL CASTILLO le damos mucha importancia a las buenas practicas agrícolas para optimizar resultados.